Oficinas sostenibles y bienestar corporativo: qué frena la sostenibilidad en oficinas.
- Mónica Peláez

- 25 may
- 3 Min. de lectura

El otro día, viendo las noticias con una amiga, me soltó:
“¿Pero eso de los aranceles en EE.UU. te afecta también a ti? ¡Si tú haces cosas de bienestar corporativo!”.
Nos quedamos hablando un buen rato. Porque aunque suene lejano, lo que pasa a miles de kilómetros puede frenar proyectos aquí, en nuestra ciudad.
La realidad es que vivimos en un mundo interconectado. Un cambio político en Washington o una modificación legislativa en Bruselas puede influir directamente en si una oficina en Barcelona decide reformar su espacio con criterios de sostenibilidad… o posponerlo por costes, burocracia o falta de incentivos claros.
Europa en revisión: la Directiva Ómnibus
Durante años, la Unión Europea fue pionera en la regulación ESG. La Directiva CSRD obligaba a miles de empresas a reportar con detalle su impacto ambiental y social, creando un efecto dominó que empujaba a proveedores y pymes hacia la transparencia.
Entre 2024 y 2025 llegó la llamada “Directiva Ómnibus”, y la situación cambió:
Solo las empresas de más de 1.000 empleados deberán reportar sostenibilidad (antes eran más de 250).
La diligencia debida en la cadena de suministro se reduce: únicamente se exige al proveedor directo y cada 5 años.
Implicaciones principales:
Menos presión para mejorar procesos sostenibles.
Riesgo de que la sostenibilidad pase a ser “optativa” para muchas pymes.
Un mensaje contradictorio: “Queremos más sostenibilidad, pero con menos herramientas para asegurarla.”
En la práctica, esto deja a un gran número de empresas en un terreno ambiguo, justo en un momento en que necesitamos acelerar la transición la sostenibilidad no depende solo de decisiones locales, sino también de cambios globales. Entonces en las oficinas sostenibles y bienestar corporativo: qué frena la sostenibilidad en oficinas.
Fuente: ChannelPartner.es
El giro de Estados Unidos: ¿efecto dominó?
Al otro lado del Atlántico, el nuevo gobierno estadounidense recupera políticas proteccionistas que impactan en la sostenibilidad global:
Aranceles del 25% al acero y aluminio, materiales clave para reformas y certificaciones sostenibles.
Presión a tecnológicas para producir en EE.UU., alterando cadenas de suministro globales.
Consecuencias directas:
Aumento de costes en proyectos sostenibles.
Frenazo a la innovación verde.
Empresas europeas atrapadas en el dilema: invertir en sostenibilidad ahora o esperar y aguantar con lo que hay.
Fuente: Cadena SER
Reflexión final: Oficinas sostenibles y bienestar corporativo: qué frena la sostenibilidad en oficinas.
Mi amiga tenía razón al preguntar. No vivimos en compartimentos estancos.
Las decisiones sobre aranceles y normativas no son tecnicismos lejanos:
Definen si un revestimiento eco sube de precio.
Determinan si merece la pena medir la calidad del aire en una oficina.
Marcan si la inversión en bienestar laboral se acelera o se pospone.
Para avanzar hacia espacios saludables y sostenibles necesitamos:
Normativas que no retrocedan, sino que acompañen la transición.
Políticas internacionales coherentes con los compromisos climáticos.
Empresas que entiendan que el bienestar no es un gasto, sino una inversión estratégica.
Muchas veces los grandes cambios empiezan con algo tan simple como una conversación frente a las noticias.
Pregunta abierta: ¿Y tú, en tu entorno, ya notas estos impactos invisibles?
En Wellecosystem lo tenemos claro
Ayudamos a empresas a navegar este contexto complejo, adaptarse a los cambios normativos y convertir sus espacios en entornos más saludables, sostenibles y alineados con los compromisos ESG y WELL.
Contáctanos y descubre cómo podemos ayudarte a que la sostenibilidad no sea una carga, sino una ventaja competitiva.




Comentarios